Gloria - musica sagrada

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Gloria

Cantos > Ritos iniciales
Institución General del Misal Romano 53. El Gloria es un himno antiquísimo y venerable con el que la Iglesia, congregada en el Espíritu Santo, glorifica a Dios Padre y glorifica y le suplica al Cordero. El texto de este himno no puede cambiarse por otro. Lo inicia el sacerdote o, según las circunstancias, el cantor o el coro, y en cambio, es cantado simultáneamente por todos, o por el pueblo alternando con los cantores, o por los mismos cantores. Si no se canta, lo dirán en voz alta todos simultáneamente, o en dos coros que se responden el uno al otro.

Se canta o se dice en voz alta los domingos fuera de los tiempos de Adviento y de Cuaresma, en las solemnidades y en las fiestas, y en algunas celebraciones peculiares más solemnes.

La Misa es la fuente y culmen de toda la Vida Cristiana (S.C. 10) es el modelo de toda Oración, es el diálogo más grande del hombre con Dios, por esta razón, no podía faltar también la oración más grande de todo hombre, la Alabanza. Alabar a Dios es una actitud de nobleza, sencillez y humildad. Esta actitud se da en el Canto de Gloria.

El Gloria es una Alabanza a Dios porque se reconoce su grandeza, la Obra Redentora realizada en Cristo y la presencia santificadora del Espíritu Santo.

Es pues, el Gloria, un anuncio de gozo, un himno al Dios Comunidad (Trinidad) cuya actuación en el mundo merece alabanza y honor.

Es un Himno antiquísimo (s. II) con el cual, la Iglesia, reunida en el Espíritu Santo, alaba al Padre y suplica al Hijo, Cordero y Mediador. Es una hermosa Doxología (Alabanza) a Dios, fruto de la inspiración poética de las Comunidades Cristianas Primitivas.

El Canto o bien la recitación se puede hacer de la siguiente manera:

Ø  Toda la Asamblea.
Ø  Alternado dos Coros de la misma Asamblea.
Ø  Con los Cantores.

Este Canto no es Presidencial sino de la Asamblea.

Se canta:
Ø  Los Domingos fuera del Tiempo de Adviento y Cuaresma.
Ø  Las Solemnidades y Fiestas, y en algunas Celebraciones cuando sea apropiado.
Ø  Se debe respetar el texto lo más apegado al oficial. El Gloria en lo esencial se remonta a las primeras generaciones cristianas y merece ser respetado en su contenido y en su texto y no ser sustituido por adaptaciones del mismo, o por alguna canto que contenga la palabra Gloria en su texto.

Se puede aceptar algún texto que presente algunas variantes con relación a las Traducciones Litúrgicas en vigor, con aprobación del Obispo Diocesano, por ejemplo, para la Misa con niños.

No se deben admitir textos que, aunque son una glorificación Trinitaria, no son el Himno del Gloria. Ni mucho menos algún Canto usado por el único motivo que en él viene la palabra "Gloria":

Por ejemplo:

"Gloria, Gloria Aleluya En el nombre del Señor. Cuando sientas que tu hermano... "; conocido como el "Himno Sureño", es totalmente ajeno al Himno de Gloria.

Ø  Como himno el Gloria debería ser siempre cantado. Solo así resulta  signo vivo de solemnidad y resalta con fuerza el carácter festivo de la celebración. Sin el canto el Gloria no alcanza todo su sentido. No tendría sentido que se canten partes menos festivas de la celebración y el Gloria se recite.

QUIEN LO CANTA

Ø  Lo canta o la asamblea, o el pueblo alternando con los cantores o los cantores solos.
Ø  No se puede excluir a la asamblea de este canto de forma ordinaria. Solo en casos especiales puede hacerse este canto por el coro solo, mientras la asamblea participa con su atención y contemplación.
Ø  El modo de cantarlo es preferible que la asamblea lo haga por si sola de corrido o alternando con el coro el texto integro del gloria y no se limite a  repetir a modo de antífona o estribillo las primeras palabras del texto, a que no es la forma propia de cantar un himno.
Ø  Es preferible cantarlo con estribillo que no cantarlo.
Ø  No es preciso que lo entone el presidente, puede ser el coro, cantor, o toda la asamblea.
 
 
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