La
Misa es la fuente y culmen de toda la Vida Cristiana (S.C. 10) es el modelo de
toda Oración, es el diálogo más grande del hombre con Dios, por esta razón, no
podía faltar también la oración más grande de todo hombre, la Alabanza. Alabar
a Dios es una actitud de nobleza, sencillez y humildad. Esta actitud se da en
el Canto de Gloria.
El
Gloria es una Alabanza a Dios porque se reconoce su grandeza, la Obra Redentora
realizada en Cristo y la presencia santificadora del Espíritu Santo.
Es
pues, el Gloria, un anuncio de gozo, un himno al Dios Comunidad (Trinidad) cuya
actuación en el mundo merece alabanza y honor.
Es
un Himno antiquísimo (s. II) con el cual, la Iglesia, reunida en el Espíritu
Santo, alaba al Padre y suplica al Hijo, Cordero y Mediador. Es una hermosa
Doxología (Alabanza) a Dios, fruto de la inspiración poética de las Comunidades
Cristianas Primitivas.
El
Canto o bien la recitación se puede hacer de la siguiente manera:
Ø Toda
la Asamblea.
Ø Alternado
dos Coros de la misma Asamblea.
Ø Con
los Cantores.
Este
Canto no es Presidencial sino de la Asamblea.
Se
canta:
Ø Los
Domingos fuera del Tiempo de Adviento y Cuaresma.
Ø Las
Solemnidades y Fiestas, y en algunas Celebraciones cuando sea apropiado.
Ø Se
debe respetar el texto lo más apegado al oficial. El Gloria en lo esencial se
remonta a las primeras generaciones cristianas y merece ser respetado en su
contenido y en su texto y no ser sustituido por adaptaciones del mismo, o por
alguna canto que contenga la palabra Gloria en su texto.
Se
puede aceptar algún texto que presente algunas variantes con relación a las
Traducciones Litúrgicas en vigor, con aprobación del Obispo Diocesano, por
ejemplo, para la Misa con niños.
No
se deben admitir textos que, aunque son una glorificación Trinitaria, no son el
Himno del Gloria. Ni mucho menos algún Canto usado por el único motivo que en
él viene la palabra "Gloria":
Por
ejemplo:
"Gloria,
Gloria Aleluya En el nombre del Señor. Cuando sientas que tu hermano... ";
conocido como el "Himno Sureño", es totalmente ajeno al Himno de Gloria.
Ø Como
himno el Gloria debería ser siempre cantado. Solo así resulta signo vivo de solemnidad y resalta con fuerza
el carácter festivo de la celebración. Sin el canto el Gloria no alcanza todo
su sentido. No tendría sentido que se canten partes menos festivas de la
celebración y el Gloria se recite.
QUIEN LO CANTA
Ø Lo
canta o la asamblea, o el pueblo alternando con los cantores o los cantores
solos.
Ø No
se puede excluir a la asamblea de este canto de forma ordinaria. Solo en casos
especiales puede hacerse este canto por el coro solo, mientras la asamblea
participa con su atención y contemplación.
Ø El
modo de cantarlo es preferible que la asamblea lo haga por si sola de corrido o
alternando con el coro el texto integro del gloria y no se limite a repetir a modo de antífona o estribillo las
primeras palabras del texto, a que no es la forma propia de cantar un himno.
Ø Es
preferible cantarlo con estribillo que no cantarlo.
Ø No
es preciso que lo entone el presidente, puede ser el coro, cantor, o toda la
asamblea.